Uno de los efectos beneficiosos de la cámaras hiperbáricas de Perry Baromedical es la revascularización, que se produce con presiones de 2.4 ATA, respirando oxigeno medicinal al cien por cien gracias al sistema de ventilación continua durante toda el tratamiento.
La isquemia es la falta o disminución de riego sanguíneo a través de la circulación arterial de una zona determinada, comprometiéndose dicha zona afectada debido a la falta de nutrientes y oxígeno que le deberían llegar a las células a través de los vasos sanguíneos.
Las células de los tejidos necesitan de ese oxígeno que le aporta el torrente sanguíneo para vivir. En ausencia de oxígeno las células no son capaces de generar ATP y mueren.
La falta de aporte sanguíneo en los miembros inferiores supone la pérdida paulatina de oxígeno en los tejidos con la consiguiente muerte celular o necrosis. Esto puede derivar, según la gravedad y el tiempo de padecimiento, en la inviabilidad y riesgo de pérdida de secciones completas de las extremidades (de más distal a más proximal de forma creciente).
La revascularización es un proceso quirúrgico por el cual se pretende desobstruir los vasos que no permiten la circulación normal de la sangre, de tal manera que el oxígeno y todos los nutrientes transportados en ella lleguen más lejos de los que lo hacían antes de dicha intervención.
La revascularización no siempre es posible, por lo que la terapia de oxígeno a altas presiones puede ser una alternativa o un método coadyuvante que disminuya o evite las consecuencias derivadas de una isquemia.
En el caso de las isquemias revascularizables, la oxigenoterapia hiperbárica se aconseja en casos con infección necrotizante. El objetivo del tratamiento con oxígeno al 100% en cámara hiperbárica es conseguir un desbridamiento de la zona necrótica más seguro y circunscrito, y acortar los tiempos de espera hasta el momento de la intervención vascular, pues lo más seguro es intervenir sin infección.
En el caso de las isquemias no revascularizables, la terapia hiperbárica con oxígeno es capaz de evitar una amputación o de disminuir la zona a amputar, evitando comorbilidades y evitando también alterar la calidad de vida del paciente.
Con la Oxigenoterapia Hiperbárica se consigue llevar oxígeno a las zonas más distales y peor irrigadas del cuerpo, zonas incluso ya necrotizadas tras la muerte celular debido a la falta de aporte sanguíneo que produce una isquemia.
