La cámara hiperbárica en España trabaja con presión positiva, es decir, su funcionamiento se fundamenta en añadir más presión al cuerpo en tratamiento.
Pero la cámara hiperbárica en España no es el único equipo que utiliza los cambios de presión.
Además del aumento de presión, la cámara hiperbárica en España cuenta con otro factor vital, la concentración de oxígeno. El porcentaje de oxígeno dentro de la cámara será del 100%.
Hay otros aparatos que combinan los cambios de presión y la concentración de oxígeno para lograr su objetivo. Es el caso de las cámaras hipobáricas.
Las cámaras hipobáricas trabajan con presión negativa, restan presión al cuerpo en tratamiento, por lo que el porcentaje de oxígeno ambiental disminuye.
Una comparación muy sencilla es usar el nivel del mar. Hacer un tratamiento en cámara hiperbárica en España, o en cualquier otro punto del planeta, es como sumergirse en las profundidades marinas, añadimos presión a nuestro cuerpo.
Dormir, por ejemplo, en el interior de una cámara hipobárica, sería como escalar una montaña, sin el inconveniente del esfuerzo. Nuestro cuerpo está sometido a menos presión y cada vez tenemos menos oxígeno. Estas cámaras simulan altitudes de 2500-3000 metros con porcentajes de oxígeno de hasta el 12%, muy por debajo del 21% habitual en el aire.
Otro equipo sanitario que también trabaja con presión negativa es la terapia V.A.C.®. Se usa en tratamiento de ulceras o heridas complejas, así como para preparar el lecho de una lesión antes de un injerto.
Esta terapia consiste en rellenar la cavidad de la lesión con una esponja especial, por supuesto estéril, y precintar la zona conectándola a un tubo. Este tubo succionará intentando hacer vacío para estimular la cicatrización.
El pulmón de acero. Inventado en 1928 alterna presiones positiva y negativa para reproducir el movimiento del tórax durante la inspiración y espiración.
Se usó en pacientes afectados de Polio, pues sus músculos respiratorios se veían afectados durante cierta fase de la enfermedad.
El pulmón de acero supuso la supervivencia a esta fase que, antes de su invención, suponía una muerte asegurada.
Todos estos aparatos tienen en común el uso de la presión para lograr su objetivo, que sin embargo puede ser muy diferente entre sí.
